El quebrantahuesos, un buitre achatado por los polos


Este curioso (y cada vez más raro) carroñero siempre me ha hecho pensar un águila enorme y con la cara fea... o en un buitre achatado por los polos. El enorme quebrantahuesos recibe su nombre de la forma en la que obtiene su sustento.

Para alimentarse, esta rapaz remonta los huesos de la carroña hasta unas alturas de entre 20 y 60 metros, desde donde los deja caer sobre las rocas para que se rompan. Repite la operación del orden de tres o cuatro veces, aunque se ha llegado a observar como en alguna ocasión una de estas aves lo hacía hasta media docena.

 

Una vez rotos los huesos, se los come, sobre todo aquellas partes con médula adherida, aunque, contrariamente a lo que muchos creen, no sólo se alimenta de tuétano: es capaz de comerse trozos de hueso de hasta veinte centímetros, así como otros restos del animal, tortugas muertas (una vez despeñadas) e incuso roedores y pequeños lagartos.

Enorme y relativamente ligero

Esta ave pesa entre cuatro y siete kilos y medio y posee una envergadura alar que va de los 2,35 a los 2,75 metros. Estas alas son largas y estrechas y la cola, en forma de rombo, es también de una longitud considerable.

Una de las características que llama la atención del quebrantahuesos y que lo diferencia del resto de buitres es que posee plumas en el cuello y la cabeza ¿Por qué? Pues porque, mientras el buitre –cualquiera de ellos- ha de introducir la cabeza entre carne, vísceras y sangre, su "primo" sólo tiene que esperar a que otros carroñeros limpien los huesos del cadáver.

Cambiando de color

Hablando de plumas: según la edad del ave, se diferencian hasta cuatro fases en la coloración. Los pájaros de menos de un año muestran un color pardo claro en el vientre y marrón en las alas, rematadas en negro, un pigmento que también posee en la cabeza. La espalda muestra un escudete blanco.

Entre el primer y tercer año, las plumas del vientre y la cara se tornan amarillentas y la cola se aclara. A partir de los tres, las alas tienden al gris, el cuello a un marrón que luego irá amarilleando y los hombros y alas se van oscureciendo. A partir de los seis años predomina en esta especie un color blanquecino con un antifaz y coberteras negras, axilas blancas y dorso pardo oscuro.

Puede mudar de plumas, pero no de pareja

En cualquier caso, esta coloración varía ligeramente según las subespecies y la zona que estas habiten. De este modo, se ha observado que, cuanto más al sur vivan, más plumas poseen en las patas. Además, determinadas aves acaban por adquirir un color rojizo al bañarse en un barro rico en óxido de hierro, aun siendo en realidad blancas.

Podemos ver quebrantahuesos, principalmente, en los Pirineos, sur de Europa, norte de África y buena parte del centro-sur de Asia. Viven en zonas de montaña, donde los pedregales les permiten obtener sustento a su manera. Sedentarios como son, forman una pareja al inicio de la edad adulta que se mantiene de por vida.


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