Aguilucho cenizo, el llanero estepario


Estas rapaces pueblan nuestros campos esteparios donde se cultiva el cereal, aunque también puede encontrársele entre los brezales y prados de montaña. El aguilucho cenizo forma colonias de manera parcheada, es decir, que puede haber mucha población en una zona y no haber ninguna en otra zona de características similares.

No se tiene un conteo de la población ajustado, pues es un ave migratoria que llega a los lugares de nidificación sobre el mes de abril y los abandona entre agosto y septiembre. Sin embargo, se calcula que habrá entre 3000 a 5000 parejas reproductoras.

Al anidar en el suelo, en medio de los campos de cereales, está sufriendo una pérdida de polluelos alarmante con la intensificación de las cosechas, que se intenta paliar mediante programas de conservación.

Gran dismorfismo sexual

Entre el macho y la hembra de aguilucho cenizo hay una gran diferencia tanto de color como de tamaño. Los machos son grises en la parte superior y blancos en la inferior y pueden alcanzar una envergadura alar de 115 centímetros.

Las hembras son de color rojizo con manchas blancas y mucho más grandes que los machos, llegando a pesar un kilo de diferencia. Los ejemplares jóvenes, tanto hembras como machos, tienen el plumaje muy similar al de la hembra adulta pero más anaranjado.

Cortejo acrobático

El cortejo comienza tras la llegada a la zona de cría, realizándose a través de vuelos acrobáticos con picados y remontadas a gran altura. Una vez realizada la cópula, la hembra construirá el nido y realizará una puesta de unos tres huevos.

La hembra será la encargada de incubar los huevos durante unos 30 días. Una vez que los huevos han eclosionado, los polluelos tardan unos 40 días en estar preparado para migrar, pasando todo este tiempo lo más cerca posible de la madre que les protegerá en caso de peligro.

Alimentando a la familia

El macho apenas ayuda en la construcción del nido, pero se encargará de alimentar a la hembra mientras incuba los huevos. En esta época llegará a alimentarla hasta 5 veces al día, llegando a las 10 en la época de crianza de los polluelos.

Su planeo en V rozando los campos es una característica propia del aguilucho cenizo, de esta forma vigilan las hierbas a la espera de descubrir alguna de sus presas predilectas: grandes insectos y pequeños mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Gráciles y de elegante batida, su contemplación es un deleite en nuestros campos.


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