Presentando al milano real


Se diferencia del milano negro por el color gris de la cabeza, el plumaje rojizo con marcas blancas subalares y por la cola en forma de horquilla. Debido a este color tan marcado es una de las aves preferidas a la hora de adentrarse en el mundo de la observación de rapaces.

Presente desde antaño en la Península Ibérica, el milano real ha sufrido un progresivo declive en los últimos 30 años, llegando a estar considerado en peligro en la zona de Baleares y habiéndose extinguido en las Canarias.

En los meses de invierno el número de ejemplares de milano real en la zona mediterránea aumenta debido a la migración de las poblaciones del norte de Europa. En esta época se pueden ver colonias de milanos reales que se congregan al atardecer.

Buscando el nido ideal

En los meses de verano, la colonia se disgrega desplazándose a sus lugares de nidificación. Cada pareja reproductora ocupa un territorio en el que disponen de varios lugares que utilizar como nido y una extensión de caza mínima de entre 2 y 3 km de radio.

Nidifican en los bosques, ocupando antiguos nidos de córvidos que acondicionan con lana, ramas, hojas, papel y cualquier material que les parezca de interés. La altura de los nidos oscila entre los 6 y los 15 metros y están situados en la horquilla de dos ramas.

Emparejamientos para toda la vida

Las parejas se mantienen unidas año tras año, ocupando los mismos nidos. Si cambian los hábitos de una pareja será porque uno de los dos ha fallecido y el superviviente ha formado una nueva pareja.

La puesta consta de 2 a 5 huevos, que serán incubados por la hembra durante algo más de un mes, siendo relevada por el macho por cortos periodos cuando salga a comer. Los polluelos tardan unos 50 días en alzar el vuelo.

Alimentarse según las circunstancia

El milano real se alimenta tanto de presas vivas como de carroña. Es frecuente verlo junto a otros carroñeros aprovechando los despojos de algún animal muerto en la campiña. Uno de los grandes peligros a los que se enfrenta es la utilización de veneno en los campos.

Las presas que suele cazar son conejos, pequeños mamíferos como comadrejas, ratas y erizos, aves hasta el tamaño de la urraca y, menos frecuentemente, lagartos, ranas o lombrices. Su método preferido es el vuelo rasante por campos y colinas, al acecho de sorprender a una presa.

También hace incursiones a gallineros desprotegidos, por lo que han sido perseguidos en diversas zonas. En inviernorecurren a una dieta de invertebrados y, si la comida escasea, se les puede ver en los vertederos buscando alimento.


Nuevo comentario