El halcón tagarote, otro habitante de las privilegiadas Islas Canarias


El halcón tagarote, también conocido como halcón de Berbería es un tipo de ave que habita en diferentes países del continente asiático y en algunas zonas del norte de África. En España lo podemos encontrar en las Islas Canarias. Los especialistas no se ponen de acuerdo sobre si considerarla una especie propiamente dicha o si por el contrario enmarcarla dentro de las subespecies del halcón peregrino. Su aspecto físico es muy similar, aunque el tagarote es algo más pequeño, su cabeza es menos ancha y tiene un pecho menos profundo. Se diferencia además en sus colores, ya que es más pálido en la zona dorsal y tiene además una mancha rojiza en la nuca.


Por desgracia, nos encontramos nuevamente ante una especie en peligro de extinción en las Islas Canarias y también nuevamente el hombre es la principal causa de que cada vez sean menos los tagarotes que surquen el cielo canario. Por un lado, tienen que luchar ante la reducción de su espacio natural. Son aves a las que les gusta vivir en acantilados y sitios altos, como torres de energía creadas por el hombre. El avance de la civilización y del turismo hace que cada vez sean menos los espacios naturales donde puede volar libremente y cazar las aves que le sirven de alimento. Por otra parte, sus polluelos son fruto de muchos robos por parte de halconeros sin escrúpulos que quieren comercializar con ellos y tienen también que luchar contra los ataques de criadores de palomas que pretenden evitar los ataques a sus aves por métodos poco limpios.

El tagarote las pilla al vuelo

El halcón tagarote es un gran cazado que disfruta atrapando pequeñas aves al vuelo. Es muy veloz y demuestra un impresionante dominio del vuelo, lo que lo convierte en un depredador muy peligroso mostrando especial predilección por las palomas en primer lugar seguidas por las tórtolas , de ahí su enemistad con los criadores.
Según los estudios realizados entre los pocos ejemplares que se encuentran actualmente en las islas, especialmente en Lanzarote, un 70 % de estas aves son machos y tan solo un 30 % hembras, lo que hace aún más complicada su reproducción. Se estima que actualmente puede haber tan solo unas treinta parejas distribuidas por islas e islotes y los biólogos que las estudian mantienen sus emplazamientos en secreto para evitar nuevos ataques y robos.


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