Nuevo ataque de cazadores ilegales


En el coto de caza menor de San Clemente en la provincia de Cuenca, se han encontrado los cadáveres de dieciséis aves rapaces, entre las que figuran dos milanos. El macabro descubrimiento tuvo lugar a finales del mes pasado, pero no fue lo único con lo que se encontraron los agentes medioambientales que se desplazaron hasta el lugar.

 

Por desgracia, también incautaron una gran cantidad de cepos, lazos y trampas con cebo vivo totalmente ilegales, así como carnadas que podrían estar envenenadas. Los cazadores ilegales siguen siendo un problema en muchos de los cotos de caza de este país.

 

Las aves rapaces que resultaron muertas están en peligro de extinción y la acción de estas personas sin escrúpulos solo contribuye a aumentar el riesgo de que estas hermosas aves acaben por desaparecer de nuestros cielos. En muchos casos, ni tan siquiera son el objetivo de las trampas, sino meras víctimas accidentales.

 

 

Acciones muy peligrosas

 

Los cazadores ilegales son un verdadero peligro para el medioambiente, pero también para las personas. Por ejemplo, para aquellos que paseen por los parajes donde actúan o incluso para cazadores legales que pueden acabar viéndose atrapados en los cepos. El mismo riesgo corren también sus perros.

 

Los lugares de paso de las aves rapaces que vuelan entre la península y África son a menudo las zonas elegidas por los cazadores furtivos para dar caza a estos pájaros con el objetivo principal de usarlos para trofeos. En algunos casos también se roban sus huevos y sus polluelos para destinarlos al comercio ilegal.

 

Aunque las administraciones públicas tienen un gran interés en erradicar estas prácticas, los medios son insuficientes ya que generalmente se enfrentan a personas que conocen muy bien la zona y que saben actuar sin dejar demasiado rastro. Por eso es fundamental la colaboración de los vecinos y también de los cazadores legales para poder localizarlos y detenerlos.

 

Por último, también serían necesarias leyes mucho más contundentes con sanciones que resultaran bastante más disuasorias para que estas personas dejaran de pensar que puede valer la pena este tipo de actividades.

 

Las aves rapaces no son las únicas víctimas de estos cazadores. Dado que actúan sin ceñirse a leyes cazan incluso en la época de la cría no respetando los periodos de descanso de las diferentes especies lo que hace que no se puedan reproducir con normalidad. En algunos casos se sabe que incluso acompañan a particulares que pagan por "disfrutar" de una experiencia de caza de especies protegidas.


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