Aves rapaces que colaboran con agricultores


El papel de las aves rapaces como ayuda a muchos agricultores es cada vez más apreciado, dado que cazan roedores que pueden llegar a ser una auténtica plaga en los campos al devorar las raíces de las plantas e incluso comerse las semillas.


Un buen ejemplo de esto que hablamos son los topillos, que en zonas como Segovia son un auténtico desastre capaz de echar a perder cosechas enteras y que además se reproducen con gran rapidez, lo que hace que invadan grandes extensiones de terreno.


Por eso, desde hace tres años, se está llevando a cabo una iniciativa que consigue mantener a raya a estos roedores de una manera ecológica y mucho más segura que los peligrosos venenos empleados hasta ahora y que han sido prohibidos.


En lugar de utilizar estos químicos que causan hemorragias internas y una muerte lenta no solo a los topillos, también a otros animales del entorno, en Segovia y otras localidades de Castilla-León se están instalando casetas nido para aves rapaces, especialmente cernícalos y lechuzas.


Casas a medida para las aves rapaces más deseadas

Estas aves anidan en estas casetas y se reproducen, encontrando alimento en los animales que son una verdadera plaga para el campo. Gracias a esta labor, ahora los topillos ya no son un grave problema en las zonas en las que se ha estado desarrollando el proyecto.


Las casetas reproducen las condiciones en las que estas aves anidarían de modo natural y están situadas en lugares que estos pájaros elegirían. De este modo no solo se aseguran su utilización, también se aseguran que las utilicen las especies para las que han sido diseñadas y que son las que interesa que se instalen en la zona. Una invitación perfecta para que los deseados inquilinos se acomoden.


El gran éxito del mismo ha puesto en alerta a las autoridades, que ya están pensando en extender la zona de acción a otras localidades de la Comunidad Autónoma. En estas actividades están participando voluntarios de diversas partes del mundo que participan en intercambios y gracias a los cuales hay ya unas 7.000 hectáreas controladas.


Se calcula que una pareja de cernícalos en periodo de reproducción puede llegar a cazar unos 700 topillos solo durante la primavera, mientras que la lechuza puede llegar a devorar hasta 900 animalitos. Estas cifras nos ayudan a ver su gran eficacia, así como su gran potencial como cazadores.


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