¿De dónde salen las rapaces para el cine?


En muchas películas vemos aves rapaces que participan en algunas escenas como auténticas estrellas invitadas. Quizás no sean capaces de tantas gracietas como un perro y no causen tanta emoción como un gatito, pero sin duda tienen su lugar en muchas historias y en ocasiones un lugar muy importante.


Pero, ¿dónde consiguen estos animales para películas? La respuesta está en ciertas empresas que están especializadas en animales amaestrados y adiestrados para películas y eventos.


Normalmente, estas empresas tienen diferentes tipos de animales, pero algunas de ellas están especializadas en alguno en concreto como las aves rapaces. Cuentan en sus filas con personas especializadas en cetrería capaces de trabajar con estos pájaros consiguiendo que hagan exactamente lo que desean.


Las aves rapaces son muy inteligentes y pueden aprender muchos trucos que quedan perfectos dentro del argumento de una película. Además, los efectos especiales pueden ayudar a que todo sea todavía más espectacular.


Seguras en su trabajo


Las leyes protegen a todos los animales que trabajan para el cine y en eventos, incluidas las aves rapaces. De este modo se aseguran de que ningún animal sufra malos tratos durante los rodajes, trabaje un número de horas excesivo que puedan estresarle o dañarle la salud o sean sometidos a situaciones que puedan causarles cualquier perjuicio.


Los dueños de los animales son los primeros que se preocupan de su bienestar puesto que son su sustento y además han invertido mucho tiempo y dinero en su educación. Por eso suelen tenerlos siempre en las mejores condiciones.


Además de en películas se pueden ver estos animales en anuncios publicitarios e incluso se pueden alquilar para todo tipo de eventos. Una exposición de vuelo de aves rapaces o de cetrería puede quedar muy apropiada en una boda en el campo, dándole un toque diferente y elegante.


Lo único que hay que tener en cuenta antes de contratar a una de estas empresas es que debemos de asegurarnos de que cumplen toda la legislación y de que sus aves son perfectamente legales. De este modo sabremos que no estamos contribuyendo al tráfico de aves.


También es muy importante asegurarse de que la exhibición es corta y no estresa en absoluto al animal, realizándose en un ambiente tranquilo y controlado para que no sea motivo de disturbio para el ave rapaz. Y es que muchas veces, cuando decimos admirar a un animal, acabamos perjudicándolo en nuestro afán por tenerlo cerca o fotografiarnos con él.


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