Las rapaces, una alternativa eficaz a los venenos químicos


Hay ciertas plagas que perjudican gravemente a la agricultura, como es el caso de los topillos. Con la llegada de la primavera, estos roedores comienzan a surgir de todos los rincones y las crías empiezan a luchar por su supervivencia devorando todo lo que encuentran a su paso.


Cuando hay plantaciones, los topillos acuden a comerse raíces y demás. Para evitarlo, los agricultores acaban poniendo venenos químicos los cuales no solo atacan a los topillos, sino que también pueden causar la muerte a otros animales domésticos como perros o gatos o incluso pueden acabar contaminando la tierra.


La alternativa a estos venenos químicos la ofrece la naturaleza, ya que los topillos son el alimento favorito de muchas aves rapaces, las cuales ayudan a mantener el equilibrio controlando esta plaga de roedores.


Una solución cada vez más popular


Una de las formas de conseguir que las aves rapaces aniden en las zonas en las que se quiere rebajar el alto número de topillos es colocando nidos que puedan usar y que les resulten atractivos para quedarse. Son, sin duda, un estupendo reclamo.


En otros lugares, lo que se hace además de colocar los nidos es soltar a aves para que los ocupen y de esta manera se asienten en la zona, colaborando sin saberlo con los agricultores que tienen allí sus cultivos.


Las aves rapaces para las cuales se colocan estos nidos no perjudican en nada a estos agricultores, ya que se alimentan exclusivamente de los pequeños topillos y otros roedores pequeños, sin dañas en ningún caso la cosecha ni amenazar a otros animales como cabras o ovejas.


Protección de las aves rapaces


La naturaleza demuestra de este modo que ella sola es capaz de mantener el equilibrio, el cual se rompe en la gran mayoría de los casos debido a la acción del hombre. El hombre es el culpable de que en muchas áreas de la península hayan desaparecido las pequeñas aves rapaces que en otras épocas las habitaban.


De esta forma se convierten, involuntariamente y de manera indirecta, en los responsables de las plagas de topillo de las cuales ahora necesitan defenderse. Al carecer de sus depredadores naturales, los topillos se reproducen con gran rapidez y se convierten en un serio problema.


Esto debería de darnos una idea de que proteger y cuidar a las aves rapaces no es solo un favor que les hacemos a ellas, sino también a nosotros mismos.


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