Los canarios tratan de proteger a sus alimoches


El alimoche canario o guirre es una subespecie endémica que procede de los alimoches de la península ibérica. Sin embargo, son varias las diferencias entre estas aves y sus primos cercanos peninsulares. El guirre está adaptado a volar con viento, por lo que es más robusto que el alimoche común y a diferencia de este, no realizan migraciones, sino que viven en el mismo lugar durante todo el año. Actualmente, los poco más de 150 ejemplares que se cree que quedan viven en Fuerteventura, donde tienen sus nidos. Pero además de diferencias físicas y de comportamiento también existen diferencias genéticas entre estos pájaros de la familia de los buitres.
Todos estos datos habían hecho pensar a los estudiosos de las aves que eran muchos miles de años de evolución los que había tras estas diferencias. Se pensaba entonces que el guirre había sobrevivido alimentándose de carroña procedente de animales marinos o grandes reptiles, ya que no había mamíferos de gran tamaño en las islas. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha sabido que esto no es así y que esta especie de buitre llegó a las Canarias hace menos de tres milenios y lo hizo siguiendo a los rebaños de cabras que criaban los primeros habitantes de las islas. Se puede decir que fue el hombre el causante de que esta rapaz se instalara en un espacio en el que no había habitado hasta ese momento.

Y el hombre, también causa su extinción

Y si fue la mano humana la causante de que las primeras colonias de alimoches se instalaran en la Islas Afortunadas ha sido también esta la causa de que actualmente esta ave esté en peligro de extinción.
Si hasta hace poco tiempo se trataba de un carroñero útil, ya que limpiaba los campos de los cadáveres del ganado, ahora ya no tiene esa función y en muchos lugares se les puso trampas o veneno para alejarlos de la zona. Esto, junto a la proliferación de cables de tendido eléctrico, uno de los principales enemigos de las aves, ha llevado a que actualmente hayan tenido que realizarse campañas orientadas a salvar este pájaro que tan solo existe en este rincón del mundo.
Si han sido más de 2.500 años los que la naturaleza ha necesitado para que el alimoche canario adquiriera sus características propias en lo que se considera uno de los procesos evolutivos más rápidos que se conocen, han bastado 50 años para que casi fueran barridos de todo el territorio, desapareciendo totalmente en Tenerife y Gran Canaria, las que antaño fueron sus principales lugares de anidamiento.


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