Aves rapaces y su utilización del fuego


Durante siglos, el ser humano marcaba su diferencia respecto a otros animales por su inteligencia poniendo como prueba que éramos los únicos en utilizar herramientas. Sin embargo, las investigaciones sobre el mundo animal nos llevaron a descubrir que estábamos en un grave error.


Primero fueron diversas especies de monos los que nos enseñaron su manejo de las herramientas y más tarde descubrimos que otros animales también eran capaces de emplearlas. Los que tienen más de cuarenta recordarán perfectamente el impacto de aquellas imágenes de la inolvidable serie "El Hombre y la Tierra" en las que Félix Rodríguez de la Fuente nos mostraba a un alimoche tratando de romper huevos con una piedra, que arrojaba desde el aire sobre ellos.


Hace ya más de treinta años de esas imágenes y las rapaces no han dejado de fascinarnos con sus comportamientos. El último descubrimiento proviene de las antípodas.


El comportamiento de algunas rapaces australianas

Todos conocemos los problemas que Australia tiene con el fuego. Cada vez que llega el calor son noticia los incendios que arrasan la isla y que se propagan por sus inmensas llanuras sin control.


Pues ahora se sabe, que algunos halcones podrían estar utilizando el fuego para aumentar sus posibilidades de caza.
El método, que puede parecer sencillo, es en realidad mucho más complejo de lo que parece. El halcón sujeta entre sus garras palos y algunas hierbas en llamas y los lanzan al suelo en alguna zona cercana que no está ardiendo.


El motivo es que el fuego hace que muchas de las potenciales presas de los halcones abandonen sus guaridas y corran para escapar del fuego. Así, solo tienen que situarse en el borde del incendio y cazar a los animales que escapan asustados.


Los bomberos de Australia habían observado como los halcones se situaban siempre en los bordes de los incendios para aprovechar esta circunstancia, pero su sorpresa fue mayúscula, al ver que propagaban el incendio para conseguir así más alimento.


Esta táctica implica que el halcón ha entendido perfectamente el funcionamiento del fuego, sabe cómo causarlo y también ha aprendido a transportarlo de manera segura, sin salir herido en el intento.


Nuevo comentario