Cuando un poco puede marcar la diferencia

Con frecuencia, cuando escuchamos hablar de salvar a una especie, nos imaginamos que se trata de una tarea de titanes que solo se puede afrontar con elevadísimos presupuestos y con planes de gran envergadura. Pero no es así. A veces, más de las que pensamos, un poco puede marcar la diferencia.


Para muestra un titular del periódico La Vanguardia de hace tan solo unos días y que rezaba así "Salvar dos águilas adultas cada año en Catalunya haría sostenible esta especie". La noticia hace referencia al águila perdicera y en el artículo se informa de que solo con salvar dos ejemplares adultos o cuatro jóvenes de esta águila cada año, la población se estabilizaría y podría seguir existiendo en la región.

 


Por supuesto, no se trata de una afirmación gratuita, sino que es fruto de un estudio del Equipo de Biología de la Conservación de la Universitat de Barcelona. En este mismo estudio se analiza cual es la principal causa de muerte de estas águilas y la respuesta es escalofriante: la electrocución.


Los cables eléctricos son una verdadera trampa mortal para muchas aves y decenas de ellas mueren cada año debido a los mismos. Por desgracia, aunque se están dando pasos en este sentido tal y como hemos visto en otros artículos de este blog, todavía son pasos tímidos que no son suficientes para paliar un problema muy grave que puede poner en riesgo a diferentes especies de nuestros cielos.


En especial, son peligrosas las torres eléctricas ya que es en ellas donde se posan las aves acostumbradas a acomodarse en zonas altas que le permitan ver todo lo que hay a su alrededor, ignorantes de que esas torres son un auténtico peligro para sus vidas.


El Águila Imperial Ibérica es otra de las rapaces más amenazadas, ya está en peligro de extinción, por la acción de los cables eléctricos que también acaba con muchos pájaros que si bien todavía vuelan por nuestros cielos en gran número no deberían de ser expuestos a este peligro.


Esperemos que poco a poco las autoridades se conciencien de este problema y comiencen a soterrar las líneas eléctricas en la medida de lo posible, para que el cielo deje de estar dibujado por esas líneas mortales que representan los tendidos de alta tensión y que se cobran tantas vidas, pudiendo incluso llegar a cobrarse la supervivencia de alguna especie.

 


Águilas Vs drones

Los drones comienzan poco a poco a formar parte de nuestras vidas con sus cosas positivas y también con sus aspectos más negativos. Pueden ser utilizados para transportar pequeños paquetes o para filmar información por parte de agentes de seguridad, pero también puede ser un efectivo método para comunicarse delincuentes, transportar droga o información para terroristas.


Interceptar estos drones y poder capturarlos es una de las prioridades de los servicios de seguridad de los diferentes países que ponen a funcionar toda su inventiva buscando los métodos más efectivos para tratar de ir un paso por delante de los delincuentes en este terreno.


En Holanda están llevando a cabo una curiosa iniciativa que consiste en entrenar a águilas calvas para capturar a estos drones. Han sido las elegidas por sus fascinantes capacidades de cazar durante el vuelo a otras aves, las cuales pueden ser fácilmente aprovechadas para conseguir interceptar estos aparatos.


Águilas calvas


Esta clase de águilas son originarias de los EE.UU, de hecho forman parte de su escudo. Son animales muy inteligentes y que parecen estar aprendiendo rápido las instrucciones de los adiestradores de la policía.


Dado que los drones son metálicos, estas aves van a llevar protecciones especiales para sus patas evitando de este modo que se puedan dañar las garras o las articulaciones al tratar de agarrar los artefactos voladores.


Ya hay varias de estas águilas adiestradas que han sido distribuidas por todo el país para que siempre estén cerca del punto en el que puedan ser requeridas. Se espera presentarlas "en sociedad" muy pronto en algún acto oficial en el que pueda llevarse a cabo una exhibición con estos pájaros en el que quede patente todo su potencial.
Por ahora han distribuido un vídeo que ha dejado impresionados a todos los que han podido verlos y que circula ya por todas las redes sociales.


Si la iniciativa tiene éxito y estas aves demuestras su efectividad para este tipo de misiones no es de descartar que puedan ser utilizadas en otros países o incluso en misiones de cooperación entre fuerzas del orden europeas.


Nuevamente, las aves rapaces demuestran que sus cualidades para el vuelo son excepcionales y muy difíciles de imitar con la tecnología, por lo que resultan la mejor alternativa para colaborar con el hombre. Esta vez lo hacen atrapando drones como parte de la lucha que se está llevando a cabo contra el terrorismo y la delincuencia organizada


Rapaces en Faunia

Faunia es un parque botánico y jardín zoológico de gran tamaño ubicado en Madrid. Lo atípico de este lugar es que muchos de sus animales están sueltos e interactúan con los visitantes de manera muy natural ya que están bastante acostumbrados a tratar con el hombre.


Animales tan diferentes como los lémures, los canguros o algunas especies de monos se acercan a la gente durante su visita buscando una caricia y en algunos casos algo de comer ya que el parque vende bolsitas de alimento para dar a algunos de estos animales.


En Faunia se pueden ver diferentes ecosistemas muy bien representados y también algunas exhibiciones de animales que están siempre acompañadas por charlas didácticas que ayudan a que los espectadores puedan aprender algo sobre los animales que ven. Por supuesto, no faltan las exhibiciones de vuelos de aves entre las que destacan las rapaces.
Actualmente, es posible disfrutar del vuelo de un buitre leonado, una de las mayores rapaces de la península. Es impresionante como el ave pasa a escasos centímetros de las cabezas de los espectadores, que no pueden evitar admirarse y sorprenderse por la belleza y la majestuosidad de este pájaro.


Pero el buitre leonado no es la única de las rapaces que se pueden ver en las exhibiciones de vuelo. También es posible ver al águila de Harris, una de las pocas rapaces que viven en comunidad y que comparten tareas de caza y cría de polluelos.


Otro de los protagonistas es el caracara estriado, un ave muy curiosa ya que cuando no abunda la comida es capaz de dejar los cielos para caminar buscando entre las piedras cualquier tipo de alimento. Para eso, no duda en moverlas con el pico desenterrando carroña o pequeños animalitos que serán su menú en tiempos de escasez.


El búho real es uno de los animales que más gusta junto con las coloridas aves exóticas que también forman parte del espectáculo didáctico. Realmente impresionante tanto si sale un ejemplar adulto como si ponen a volar a alguna cría que todavía está aprendiendo su adiestramiento.


Estos son algunos de los protagonistas que pueden verse en la exhibición de rapaces y aves exóticas en las que por supuesto, no faltan todo tipo de coloridos pájaros de la familia de los loros, que suelen encandilar a los más pequeños por sus llamativos colores y también porque pueden participar como voluntarios en sus exhibiciones.

"Nocturnia" en el Jardín Botánico de Gijón

Durante el verano Gijón goza de un clima envidiable que no solo gusta a las personas, también parece encantarles a las aves rapaces, especialmente por la noche cuando refresca y por eso el Jardín Botánico de la ciudad es nuevamente el escenario elegido para una nueva edición del espectáculo "Nocturnia".


Es ya el cuarto año que se realiza este espectáculo, siempre con un gran éxito ya que las entradas para este año se empezaron a vender masivamente nada más ponerse a la venta. En muchos casos, las personas que ya han ido en otras ediciones han repetido ya que aseguran que cada año es totalmente diferente y siempre sorprende.


Además de ser un espectáculo festivo, "Nocturnia" trata de concienciar a la gente sobre la importancia que las aves rapaces tienen para nuestro planeta, siendo importantes reguladores terrestres. Los organizadores están convencidos de que es mediante este contacto directo como más fácilmente la gente empatiza con estos animales, a los que a menudo no conoce más que por documentales de la televisión.


Este contacto ayuda a que la gente entienda cómo viven estas aves, su papel en el medio ambiente y sus necesidades. Además, los organizadores de este espectáculo tienen una especial forma de ver las cosas, muy diferente de la de otros espectáculos con animales.


"Las aves no están obligadas, el día que se cansen se irán, porque esta es una asociación que hemos formado con ellas y el día que deje de funcionar se marcharán, no nos necesitan" Declaró uno de los organizadores ante la pregunta de un periodista que quería conocer las condiciones de vida de las aves.


Para explicar su método, esta fue la respuesta: "Hay que tratarlas con estimulaciones positivas donde no tienen cabida los castigos; jamás hay que obligarles a volar de cierta manera, sí persuadirlas para que quieran, pero el vuelo debe ser voluntario siempre".


Este año "Nocturnia" ya ha cerrado sus puertas, pero para el año que viene hay muchas posibilidades de que se repita la experiencia, así que si vas a pasar por Gijón y te gustan las aves rapaces, deberías de pensar en reservar entradas para poder disfrutar de este espectáculo.


Por si te lo preguntas, los niños no solo tienen permitida la entrada, sino que son muy bien recibidos ya que es en ellos en quienes se pretende sembrar la semilla del amor y el respeto por las aves rapaces.

Aves que regresan a la naturaleza

Hay noticias que nos ponen de muy buen humor y que nos hacen sentir ilusión por saber que todavía hay personas que dedican tiempo y esfuerzo en conseguir que los animales, especialmente las aves rapaces que son las que nos ocupan en este caso, tenga una oportunidad más.


A menudo, estos lugares son criticados por tener animales viviendo en cautividad y se nos olvida que también cumplen una gran labor social. Por un lado, sirven de refugio para animales salvajes que han sido criados en cautividad y han sido arrebatados a sus dueños por un mal cuidado, como es el caso de animales que provienen de los circos.


Por otro lado, también se encargan de curar y de hacer regresar a la naturaleza a muchas aves rapaces que llegan a sus instalaciones heridas y que allí se encargan de que se recuperen. Si pueden volver a ser libres, se las suelta de nuevo y si no es posible, tendrán un lugar donde vivir dignamente.


Un ejemplo lo tenemos en el zoológico "El Bosque", en Oviedo, que lleva a cabo una importante labor de conservación de aves rapaces propias de la zona. La buena noticia ha sido que el pasado mes ha podido poner en libertad a varias de estas aves, concretamente un cárabo, un mochuelo, un autillo y dos águilas que han sido criadas por una pareja de búhos del zoo y que, tras crecer y poder valerse por sí mismos, pueden ser soltadas para vivir libres.


Estos animales podrán surcar los cielos de Asturias y, si tienen suerte, encontrar una pareja y reproducirse, ayudando de este modo a aumentar la población de aves rapaces del principado. Tendrán, en definitiva, una vida en libertad como cualquier otra ave de su especie tras haberse salvado de morir siendo tan solo polluelos.


Los voluntarios del zoo, que fueron los que se encargaron de sacar adelante a estas aves, reconocieron que el momento de ponerlas en libertad ha sido muy especial para todos ellos y ha supuesto el colofón de un trabajo exitoso que ha terminado, al menos en esta ocasión, de la mejor manera.


Las aves que no tienen tanta suerte como estas, pueden quedarse a vivir en el zoo o son llevadas a otros zoos donde pueden llevar una vida tranquila y relajada puesto que su supervivencia en libertad no hubiera sido posible por diferentes causas.

Imagen: Pablo Lorenzana

El águila real amenazada en Noruega

Con frecuencia, cuando queremos poner un ejemplo de países avanzados en cualquier aspecto, recurrimos al ejemplo de los países nórdicos. Aunque hay algunos aspectos en los que nos pueden llevar clara ventaja, en otros quizás estemos cayendo en una idea idealizada, considerando esta cultura como la más avanzada en todos los terrenos, algo que ni de lejos es cierto.


Por poner un ejemplo, Noruega es uno de los países más machistas de Europa y eso a pesar de que tienen las leyes más avanzadas en lo que se refiere a permisos de embarazo y protección laboral de la madre.


Otro ejemplo de sus contradicciones lo encontramos en el mundo animal. Por un lado, Noruega es el primer país en poner en marca una unidad de policía para defender los derechos de los animales y tiene leyes muy duras contra el maltrato animal. Por otra, estos días su parlamento debate sobre la posibilidad de reducir la cantidad de águilas reales que hay en el país.


Y para ello, se baraja incluso llevar a cabo campañas de eliminación de ejemplares o de sus huevos. Algo impensable en otros lugares de Europa.


¿Por qué declaran la guerra al águila real?


El caso del águila real se podría comparar al del lobo en algunas zonas de España. A esta ave se la culpa de atacar el ganado y de ser la causante de la muerte de animales. Esto causa graves pérdidas económicas a los ganaderos que son los que piden que la población de águilas sea reducida.


Los defensores de las aves ya han atacado esta iniciativa, afirmando que hay muchos estudios en los que puede verse que no hay una relación entre la mayor o menor población de águilas y el número de ataques a las reses. De hecho se ha pedido la colaboración internacional recogiendo firmas que pidan que la ley no sea aprobada.


La Agencia de Medio Ambiente de Noruega también ha mostrado su oposición a esta ley que debilitaría la protección de la que goza el águila, dado que no consideran que este pájaro sea un verdadero peligro para la ganadería tal como afirman los propietarios de reses.


Esperemos que no ocurra en Noruega lo que ha pasado con el lobo en España y que acaben convirtiendo al águila en un animal en peligro de extinción en su país, cuando ahora es común verla surcar los fríos cielos nórdicos.

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